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Los exámenes de detección para recién nacidos examinan a los bebés para detectar afecciones médicas graves. Las pruebas se realizan usando unas gotas de sangre de un bebé para identificar ciertas condiciones genéticas que pueden afectar permanentemente a los recién nacidos y sus familias. Es posible que muchas de estas afecciones no muestren síntomas al principio, pero el reconocimiento y el tratamiento tempranos pueden ayudar a los bebés afectados a vivir una vida lo más larga y normal posible.
Los bebés recién nacidos se someten a pruebas de detección antes de salir del hospital. Se extraen algunas gotas de sangre al pinchar el talón del recién nacido, generalmente 1-2 días después del nacimiento.
Los resultados de la prueba se comparten con el médico del bebé. Si una prueba de detección muestra que un bebé podría tener una afección, es importante que los padres hagan un seguimiento rápidamente. Es posible que se necesiten más pruebas.
El Programa de Detección Genética del Estado de Nueva York se inició en 1965 y ahora analiza más de 45 afecciones diferentes. Aunque estas afecciones son poco frecuentes, 1 de cada 300 bebés que nacen en Nueva York todos los días tiene una de estas afecciones. El tratamiento temprano puede marcar la mayor diferencia en la vida de esos bebés.
Para obtener más información sobre las pruebas de detección de recién nacidos, visite https://www.wadsworth.org/programs/newborn/screening/families o https://medlineplus.gov/newbornscreening.html.