Devolver a nuestras comunidades

Los eventos indescriptibles en Buffalo nos sacudieron a todos. Ya sea que los experimentemos como un daño directo a nosotros mismos, a nuestra familia y a nuestros vecinos, o más distantemente como observadores con una humanidad compartida, nos sentimos sacudidos y perturbados. Las reacciones van desde el dolor hasta la ansiedad y la ira. Estas reacciones son normales, pero pueden ser incómodas y pueden interferir con nuestra capacidad para funcionar de manera efectiva. Hacer frente y crecer son habilidades que se pueden aprender y practicar. Esto no es para minimizar el horror de los eventos; Hacer frente de manera efectiva puede ayudarnos a mantenernos fuertes y movilizar esta fortaleza al servicio de los demás.

Los desastres masivos y las tragedias destrozan nuestra sensación de seguridad. Las reacciones pueden variar desde cambios emocionales de llanto hasta ira y entumecimiento; podemos retraernos o involucrarnos en actividades riesgosas como el uso de sustancias en un intento de controlar nuestros sentimientos. Podemos notar síntomas físicos y mentales como dificultad para concentrarse, fatiga, problemas para dormir y dolor y, de hecho, podemos sentirnos desesperanzados.

Recuerde, esta tragedia reciente viene de la mano de tanto sufrimiento: el asesinato de George Floyd y el despertar comunitario que lo rodeó, las innumerables pérdidas de personas y rutinas que aún acompañan a la pandemia de COVID, el 11 de septiembre y las décadas y generaciones. de disparidades étnicas y raciales que afectan cada aspecto de nuestras vidas. De hecho, es de esperar que reaccionemos ante una nueva tragedia con recuerdos renovados y tensiones asociadas con traumas pasados.

¿Qué hacemos cuando sentimos que no podemos hacer nada?

Comienza por cuidarte. Ocúpate de lo básico. ¿Estamos comiendo e hidratándonos, levantándonos de la cama y vistiéndonos, descansando y tratando de dormir?

Hablar. Encuentre a otros que escuchen y que compartan sus propios pensamientos y sentimientos, por confusos que sean. Reflexiona sobre tus sentimientos y nómbralos. No es de extrañar que nuestros sentimientos sean contradictorios y cambien de un día a otro y de una hora a otra. Vea si puede identificar los desencadenantes de sentimientos poderosos.

Obtener apoyo. Los amigos, la familia y los grupos comunitarios son los lugares donde ocurre la curación. Si cedemos a nuestra tendencia a hacernos un ovillo y aislarnos, nos privaremos a nosotros mismos y a nuestros amigos de la herramienta más importante: otras personas.

Involucrarse. La acción positiva nos ayuda como ayuda a los demás. Necesitamos recordarnos a nosotros mismos que no somos impotentes. Es posible que podamos donar tiempo o dinero, escribir cartas o cuidar a otras personas que necesitan más ayuda.

Divide las tareas en partes manejables. Haga una cosa y márquela en lugar de abordar todo cuando parece que es demasiado.

Restaura tu fuerza interior. Desconéctese de las noticias y las redes sociales durante varias horas, y tómese el tiempo para buscar actividades restaurativas que incluyan música, arte y escritura; personas y mascotas; y actividades como caminar al aire libre y hacer yoga y estiramientos.

No seas duro contigo mismo. Los sentimientos y las reacciones son cíclicos, y es normal ver estallidos de emociones fuertes. También es normal dejarse llevar y reírse y disfrutar incluso en medio del horror; es el intento de nuestra alma de sanar. Concéntrese en la fortaleza y recuerde las formas en que hemos superado la adversidad en el pasado. Si todavía le parece demasiado, recuerde que pedir ayuda es una señal de fortaleza.

Si necesita ayuda, todos los neoyorquinos pueden llamar a NY Project Hope Line al 844-863-9314 para hablar con un asesor de crisis, los siete días de la semana, de 8 a. m. a 10 p. m. NY Project Hope Line es una línea directa gratuita y confidencial de crisis para apoyo de salud mental que conecta a los neoyorquinos con los recursos que necesitan.

Recursos adicionales:
https://www.ny.gov/resources-services-residents-impacted-buffalo-shooting

Los eventos indescriptibles en Buffalo nos sacudieron a todos. Ya sea que los experimentemos como un daño directo a nosotros mismos, a nuestra familia y a nuestros vecinos, o más distantemente como observadores con una humanidad compartida, nos sentimos sacudidos y perturbados. Las reacciones van desde el dolor hasta la ansiedad y la ira. Estas reacciones son normales, pero pueden ser incómodas y pueden interferir con nuestra capacidad para funcionar de manera efectiva. Hacer frente y crecer son habilidades que se pueden aprender y practicar. Esto no es para minimizar el horror de los eventos; Hacer frente de manera efectiva puede ayudarnos a mantenernos fuertes y movilizar esta fortaleza al servicio de los demás.

Los desastres masivos y las tragedias destrozan nuestra sensación de seguridad. Las reacciones pueden variar desde cambios emocionales de llanto hasta ira y entumecimiento; podemos retraernos o involucrarnos en actividades riesgosas como el uso de sustancias en un intento de controlar nuestros sentimientos. Podemos notar síntomas físicos y mentales como dificultad para concentrarse, fatiga, problemas para dormir y dolor y, de hecho, podemos sentirnos desesperanzados.

Recuerde, esta tragedia reciente viene de la mano de tanto sufrimiento: el asesinato de George Floyd y el despertar comunitario que lo rodeó, las innumerables pérdidas de personas y rutinas que aún acompañan a la pandemia de COVID, el 11 de septiembre y las décadas y generaciones. de disparidades étnicas y raciales que afectan cada aspecto de nuestras vidas. De hecho, es de esperar que reaccionemos ante una nueva tragedia con recuerdos renovados y tensiones asociadas con traumas pasados.

¿Qué hacemos cuando sentimos que no podemos hacer nada?

Comienza por cuidarte. Ocúpate de lo básico. ¿Estamos comiendo e hidratándonos, levantándonos de la cama y vistiéndonos, descansando y tratando de dormir?

Hablar. Encuentre a otros que escuchen y que compartan sus propios pensamientos y sentimientos, por confusos que sean. Reflexiona sobre tus sentimientos y nómbralos. No es de extrañar que nuestros sentimientos sean contradictorios y cambien de un día a otro y de una hora a otra. Vea si puede identificar los desencadenantes de sentimientos poderosos.

Obtener apoyo. Los amigos, la familia y los grupos comunitarios son los lugares donde ocurre la curación. Si cedemos a nuestra tendencia a hacernos un ovillo y aislarnos, nos privaremos a nosotros mismos y a nuestros amigos de la herramienta más importante: otras personas.

Involucrarse. La acción positiva nos ayuda como ayuda a los demás. Necesitamos recordarnos a nosotros mismos que no somos impotentes. Es posible que podamos donar tiempo o dinero, escribir cartas o cuidar a otras personas que necesitan más ayuda.

Divide las tareas en partes manejables. Haga una cosa y márquela en lugar de abordar todo cuando parece que es demasiado.

Restaura tu fuerza interior. Desconéctese de las noticias y las redes sociales durante varias horas, y tómese el tiempo para buscar actividades restaurativas que incluyan música, arte y escritura; personas y mascotas; y actividades como caminar al aire libre y hacer yoga y estiramientos.

No seas duro contigo mismo. Los sentimientos y las reacciones son cíclicos, y es normal ver estallidos de emociones fuertes. También es normal dejarse llevar y reírse y disfrutar incluso en medio del horror; es el intento de nuestra alma de sanar. Concéntrese en la fortaleza y recuerde las formas en que hemos superado la adversidad en el pasado. Si todavía le parece demasiado, recuerde que pedir ayuda es una señal de fortaleza.

Si necesita ayuda, todos los neoyorquinos pueden llamar a NY Project Hope Line al 844-863-9314 para hablar con un asesor de crisis, los siete días de la semana, de 8 a. m. a 10 p. m. NY Project Hope Line es una línea directa gratuita y confidencial de crisis para apoyo de salud mental que conecta a los neoyorquinos con los recursos que necesitan.

Recursos adicionales:
https://www.ny.gov/resources-services-residents-impacted-buffalo-shooting